miércoles, 19 de junio de 2013

Gracias...

Y un día desperté con una pequeña respiración tras de mi, sonreí, te mire y me sonreíste. Me abrazaste y mi cuerpo se estremeció, te mire y te dije que te quería... Y cual fue mi sorpresa al escuchar un yo también, nuestros cuerpos se deseaban y mis labios te llamaban, yo te miraba y me sonreías. Me decías que me necesitabas y yo te respondía con pequeñas caricias y sonrisas. Por fin te decidiste a besarme... fue lo mejor de mi vida. Te miraba y me sonreías, te acariciaba la espalda, el cuerpo... a ti. Pero mi sorpresa fue aun mayor al despertarme de aquel sueño que parecía no tener fin, y ver que todo, absolutamente todo, estaba igual, la distancia, yo... tú...Y cuando no podía dejar de llorar, ahí estabas tu, en mi mente, te miraba y me sonreías. Has sido y seras mucho para mi...

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