lunes, 4 de noviembre de 2013

La criatura.

Sentí una escalofriante sensación de que estaba siendo observado, de repente me miro, no se de donde, pero me miro, impulsado por mi instinto comenze a correr, la calle estaba húmeda, había charcos, los cuales me hicieron resbalar varias veces, sin importarme dada la situación. Mi sangre brotaba de mi vertiéndose en el asfalto, no veía a nadie que me pudiera socorrer... no había nadie. De repente llegué a la ultima calle que separaba la ciudad de un vacío oscuro engendrado por la noche. Me perseguía, lo podía sentir, cuando algo alcanzó mi pierna, separando la carne de mi, sin pensarlo me giré cayendo de espaldas al suelo, pero no lo vi, pensé que tenia una oportunidad así que me arrastre hasta un pequeño cobertizo situado en la parte de atrás de una gran casa la cual parecía no estar habitada, fruto de mi desesperación mis dedos destrozados de arrastrarme no me dolían, ya que el pánico que había sembrado en mi me lo impedía, solo pensaba en huir, con un gran esfuerzo me incorporé, rompí una ventana y me escondí en la oscuridad de aquel siniestro lugar. Segundos después empeze a escuchar a la criatura acercarse, su sonido provenía de la parte delantera del cobertizo, sin embargo su respiración me envolvía como si estuvieran todas partes, cuanto mas cerca escuchaba el extraño sonido que producían sus pisadas, mas crecía mi desesperación, en ese momento, mientras pensaba que aquella criatura quizás estuviese herida, puesto que creí ver como una sombra cojeaba, saque el teléfono de mi bolsillo para encender su linterna, la desesperación y mis dedos destrozados, hicieron que perdiese tiempo, cuando lo encendí, era demasiado tarde, la criatura estaba delante de mi. Solo la pude observar unos segundos, no tenia rostro, era como un ser deforme, cuyos miembros en gangrenados desprendía un insoportable olor a putrefacción, en su cuello pude ver un agujero por el cual emanaba un fluido negro que le chorreaba por todo el cuerpo, de los poros de su piel salían polillas. En ese preciso instante, me di cuenta de que aquella criatura, aun sin tener ojos, no me miraba a la cara, mantenía la atención sobre mi estomago, de repente introdujo su mano en mi, rajándome completamente, entonces me di cuenta de lo que quería, quería mis entrañas. Me quede paralizado por el dolor, no podía moverme, solo gritaba mientras me sacaba las tripas esparciéndolas por el suelo, inmediatamente después de sacarme la mayoría de mis órganos comenzó a rociarlos con el liquido negro en putrefacción para después obligarme a comérmelos mientras aun seguía con vida. Esto es lo único que recuerdo de mi vida antes de convertirme en lo que ahora soy, soy la criatura, o al menos parte de ella, no tengo propósito, tan solo me escondo y en ocasiones tengo la necesidad de destripar a alguien, porque de lo que realmente se nutre mi cuerpo, es del miedo, y mi única alegría es ver la muerte en el rostro de mis víctimas, ya que así experimentan la sensación que yo tengo continuamente, por fin he comprendido lo que soy, esto es sin mas un castigo, una maldición... mi cuerpo se pudre eternamente, ahora mi destino en la vida es tener una lenta muerte sin fin, con ello pagare los errores que cometí en mi anterior vida, mientras tanto, mataré a las personas que fueron como yo. Solo puedo decir una cosa. En un siniestro éxtasis eternamente me descompongo. PD: En mi anterior vida fui politico.

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